Shalom, amigos!

Acabo de mandarle mail a la coordinadora explicandole que me surgió una oportunidad unica que no puedo dejar pasar y por eso renuncio en un plazo máximo de 15 días. Ay chicos, odio admitirlo pero me siento culpabla. O sea, la mina me re ayudó en todo, siempre me preguntó como me sentía, que quería cambiar, etc. Y yo ahora le doy patada en el orto. Igual llega un punto en la vida en la que una empieza a pisar un poco más fuerte y a hacer solo lo que le gusta. Y seré egoísta, me importa un carajo, pero no hago nada que me haga mal. Lo que no me aporte felicidad, crecimiento o algo, se va afuera. Ahora estoy esperando su respuesta y estoy como nerviosita. Igual se lo pinté como LA oportunidad que no puedo dejar pasar, como si a ella le ofrecieran, no sé, la coordinación de ingles de un terciario. Acaso ella se quedaría en esa primaria judia del orto? Obvio que no. Todos somos utilitarios y tomamos lo que nos sirve mientras nos sirva, y cuando no, a la mierda. Pero igual no puedo evitar sentirme medio forro.

Igual con los chicos todo bien. Ya me acostumbré. Bah, tampoco tanto, pero a un curso ya le tomé la mano y al otro estoy a un paso de hacerlo, pero de todas formas es desgastante estar TODO el tiempo siendo el centro de atención de los pibes y tener que estar haciendo cosas permanentemente. En secundaria es nada que ver, otro mundo. Los pibes son independientes, yo doy instrucciones y ellos hacen, puedo ser el centro de atención en un momento y después sentarme en mi escritorio a fumar porro mientras ellos completan ejercicios. En primaria eso no existe. Estás todo el tiempo parado explicando, gritando, jugando, cantando o manoseando a los pibes.

Y si hay algo que aprendí en esta escuela es que nunca más voy a volver a laburar en ambito privado. Lo mio es Perón, la educación publica, el bajo flores. Lo demás es un mundo al cual no quiero pertenecer.