sábado, 22 de enero de 2011

Flat

Hace dos sábados fui a ver un depto al cual no le tenía mucha confianza. La dueña era del interior, no sabía en que estado estaba porque lo habían desocupado y ella todavía no lo había visto. Después de tener mala suerte, de ir a un departamento que me lo cago una forra que llegó antes que yo, hice un esfuerzo y fui con una amiga. Me pasó lo que ella dijo que pasaría para que me diera cuenta que ese era el lugar donde quería vivir. Tendría que entrar y sentir: "este es mi depto", y así fue. Les juro que crucé la puerta y me enamoré. Es un monoambiente, si, pero tiene un balcón muy grande que no da, como otro depto que vi, a la ventana de otro piso donde se ve a una gorda retozando en la cama, sino que overlooks la city. La cocina está aparte, tiene espacio para heladera, tiene mucha alacena donde poner mierda. El baño tiene bañera, todo luz, todo sol. Es perfecto. El placard del ambiente es inmenso y entra TODO y de hecho van a quedar varios cajones vacios porque no tengo tanto, pero tiene compartimientos para todo. Los dueños super divinos. Al toque la llamé a mi madre para que viniera y a ella, que todo le parece una mierda invivible, le encantó tambien.

Cual es el unico problema? La ubicación. A ver, yo AMO la marginalidad y vivir en Once me parece TODO, pero vivo al lado de esas casas tipo "de uno en fondo" donde venden frula, lo cual no me importa en lo más minimo y de hecho me alegra porque camino dos pasos y puedo comprar marihuana y pepa, pero hay cada carita que de solo imaginar llegar a mi casa ebria a las 5 de la mañana y que esté todo esa gente, me pone los pelos de punta.

Pero capaz es todo paranoia mia. Ya lo fui a ver varias veces y siempre me tengo que quedar esperando a que el portero aparezca y me siento con alguna amiga en la puerta onda una hora y nunca pasa nada. Super tranqui. Hay mucho travesti también que trabaja en la esquina de mi hogar. Mucho telo. Pero todo eso para mi son putos a favor y no en contra, no sé como explicarlo, yo mientras no me roben me encanta vivir en la marginalidad, pero mientras no me roben y maten. Es como que toda la marginalidad junta se reune en la esquina de mi casa: prostitutas, bolivianos, y frulasellers.

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